La pirámide de Bisaurin

Queridos amig@s

Hoy escribo para contaros la "proeza" que hemos realizado este sábado y que nos pasara factura hasta por lo menos el miércoles.


Fotos de la ascensión


Situación
Principal altitud del macizo pirenaico entre los valles de Hecho y Axpe, en Huesca.

Dificultad
Alta. Ascensión larga y de fuertes desniveles. Atención a la pedregosa pala final.

Desnivel y horario:
1.418 metros. 6h.05’ (3h.15’ de ascensión).

El macizo de Bisaurín o Visaurín es uno de los colosos del Pirineo occidental y una de las referencias obligadas en el progresivo crecimiento que la cordillera muestra camino de su centro geográfico.

Sus 2.668 metros lo convierten en la mayor altitud de este tramo pirenaico previo al de los ‘tresmiles’ y su espectacular perfil le confiere una personalidad indudable y una imagen reconocible en la lejanía.

Tras un buen desayuno salimos del refugio de Gabardito por una pista a la izquierda, siguiendo las marcas de GR 11-1.

El camino remonta por la ladera del barranco de Agüerri hasta llegar al paso conocido como El Salto de la Vieja (0h.40’)..

Cruzamos la planicie con el Bisaurin al fondo indicando nuestro itinerario antes de volver a ganar altura camino del collado Foratón (2h.00’) un balcón excepcional a las sierras Bernera y Estiva y al Agüerri .
Ante nosotros se alza la imponente ladera por la que se dibuja el sendero en el tramo inicial herboso, antes de perderse por una empinada y rocosa ladera .

Desde Foratón son casi 650 metros de desnivel que se salvan sin contemplaciones en el tramo más duro de la marcha, sobre todo cuando echando los higadillos nos internamos en la incómoda pedrera.

La senda, cada vez más difusa según ganamos altura y aumenta la pendiente, nos lleva, tras superar una canaleta, hasta una ladera superior, donde torcemos hacia la derecha.

Ya por una pendiente más suave, cerca de una peligrosa arista, nos encaminamos los últimos 50 metros sin mayores dificultades hasta la cima (3h.15’), coronada por una cruz metálica, un buzón y los restos de un vértice geodésico.




Menudo palizón… y de la bajada prefiero no hablar.

Tras una reparadora siesta, y como en todas nuestras salidas, terminamos recuperando fuerzas con una ovípara cena.

Restaurante Casa Blasquico, en Hecho.
Cenando las afamadas crêpes de setas y las verduras rellenas, cordero y un excepcional conejo que nos ayudo a olvidar nuestras pasadas penurias...

Sin mas me despido

algaabad